Desde que me puse a estudiar sobre gestión, y en particular sobre agilidad, me llamó mucho lo centrada que está la narrativa en analogías y en casos de éxito puntuales. Esto me produjo rechazo de inmediato, dada mi formación como ingeniero donde la estadística y la rigurosidad en las demostraciones es muy importante. Todavía me acuerdo cuando el profesor del curso Álgebra e Introducción al Cálculo, en primer año, nos decía que "un gráfico no es una demostración". Por otro lado, asumo que cerrarle las puertas a metodologías antes de estudiarlas y ponerlas a prueba puede ser malo, por eso me guardé mi opinión y entré en el mundo de la agilidad. Mi camino me llevó a leer muchos artículos, ver videos sobre charlas, participar en conferencias, tomar cursos y obtener certificaciones.
Habiendo participado y estudiado todo eso, puedo decir con propiedad que la agilidad está llena de humo y que tiene "mucho ruido y pocas nueces". Con esto no digo que no tenga cosas positivas ni tampoco que no sea un enfoque interesante para la gestión de proyectos. Pero la narrativa está centrada en una falta de rigurosidad preocupante.
Esto terminó de hacerme click leyendo un libro del gran economista Hal Varian llamado Information Rules: A strategic guide to the network economy. Ahí, el autor parte diciendo que el enfoque del libro se centra en el análisis y no en las analogías, porque éstas sirven para comunicar pero son peligrosas a la hora de analizar. Fue ahí cuando pude poner en palabras mi problema con el mundo de la agilidad: muchas analogías y poco análisis riguroso. Dicho de otra palabra, el problema no es la agilidad sino lo agilistas.
Habiendo participado y estudiado todo eso, puedo decir con propiedad que la agilidad está llena de humo y que tiene "mucho ruido y pocas nueces". Con esto no digo que no tenga cosas positivas ni tampoco que no sea un enfoque interesante para la gestión de proyectos. Pero la narrativa está centrada en una falta de rigurosidad preocupante.
Esto terminó de hacerme click leyendo un libro del gran economista Hal Varian llamado Information Rules: A strategic guide to the network economy. Ahí, el autor parte diciendo que el enfoque del libro se centra en el análisis y no en las analogías, porque éstas sirven para comunicar pero son peligrosas a la hora de analizar. Fue ahí cuando pude poner en palabras mi problema con el mundo de la agilidad: muchas analogías y poco análisis riguroso. Dicho de otra palabra, el problema no es la agilidad sino lo agilistas.