La falacia del multitasking

Por Andrés Howard | June 24

Todos los días son iguales: se sienten como una guerra en la que tengo que involucrarme en mil temas distintos para sacarlos adelante. El resultado?, al final del día estoy agotado y objetivamente las cosas realmente importantes que tenía que hacer no avanzaron.

Las películas nos han vendido una imagen falsa sobre productividad que ha hecho mucho daño. La visión de productividad actualmente que veo arraigada en muchas partes tiene más que ver con hacer muchas cosas al mismo tiempo (multitasking) que con lograr muchas cosas. Si nos vamos a la definición de productividad (usando el cliché de sacar la definición del diccionario) la RAE dice que es "la relación entre lo producido y los medios empleados". No tiene nada que ver con hacer muchas cosas a la vez.

Hacer muchas cosas a la vez está más relacionado con estar ocupado que con ser productivos. Se siente bien "estar en muchos temas", pero el objetivo debe ser cerrar o terminar temas, no alargarlos.

Una estrategia simple para ser más productivo

Para abordar un problema es importante tenerlo bien definido, de lo contrario es poco probable que logre solucionarlo realmente.

Como la productividad es la relación entre lo producido y los medios empleados, al hablar de productividad personal es natural definir el medio como el tiempo. Entonces, qué queremos cuando hablamos de mejorar la productividad?: producir lo máximo posible en le menor tiempo.

Un enfoque muy arraigado es hacer muchas cosas a la vez pero esto no funciona. El resultado es que uno queda agotado y en la práctica no produce mucho. Entonces mi recomendación es hacer exactamente lo contrario: hacer una cosa a la vez y poner el 100% de nuestra atención en esa actividad. Si nos enfocamos, las tareas toman menos tiempo y así nos liberamos lo antes posible para meternos en el tema siguiente.

Esto no es una idea mía, es la base de la metodología Kanban. Existen libros también que abordan el tema del foco como por ejemplo Hyperfocus del autor Chris Bailey.

Lo he probado en mi trabajo con mi equipo, en mi casa, en proyectos personales y con otras personas. Los cambios son brutales y nunca he visto que falle.

Estar ocupados no es sinónimo de ser productivos.

En esta misma línea, hay una modificación en mi escritorio que me ayudó mucho: eliminar los múltiples monitores. Una sola pantalla me obliga a estar en un solo tema, no tengo espacio para más.